ANÁLISIS DE UNA FOTOGRAFÍA

 

A la hora de elegir la fotografía que iba a analizar, busqué los trabajos de un fotógrafo que vimos en la cátedra que me había interesado mucho: Henri Cartier-Bresson. Pero cuando comencé a profundizar en sus fotos y ver cuál podía elegir, no me sentía cercana a ninguna de ellas. No porque haya que sentirse identificada con una foto para analizarla, pero pensé que sería mucho más fructífero elegir a unx fotógrafx de Argentina. Y así fue. Encontré a una fotógrafa que realizó el famoso trabajo “Madre e hija de Plaza de Mayo”, Adriana Lestido. Entré a su página web y elegí una imagen de su apartado “Madres e Hijas”, una foto que me llamó mucho la atención. Si hay algo que aprendí en esta cátedra es que para sacar una buena fotografía no es necesario tener una técnica perfecta o la puesta más inteligente, hay que aprender a mirar a nuestro alrededor. 

La foto fue sacada como archivo digital, imagino que con un lente normal/estándar. No tengo la información de los parámetros, pero puedo suponer que fue una velocidad media ya que las modelos están quietas posando y la apertura más cerrada para que no salga sobreexpuesta. La iluminación parecería ser únicamente natural proveniente de las ventanas. Ellas se encuentran iluminadas y el resto del espacio está más oscuro. Es una toma intervenida en el momento. O sea, imagino que la fotógrafa debe haber dirigido a los sujetos para la pose y la posición de las miradas. También resulta interesante cómo el sujeto principal -la hija- está completamente enfocada mientras que la madre está en un segundo plano más movediza. 

Esta imagen fue tomada entre 1995 y 1999, una serie dedicada exclusivamente a las  mujeres y la maternidad, donde quiso retratar tanto los momentos de cariño como también de conflictos y desamparo. Adriana Lestido se sintió muy inspirada por la fotógrafa Dorothea Lange, quien tiene un “[...] abordaje humanista de sus fotos. Son muy fuertes, pero a su vez hay una cosa absolutamente amorosa”, comparte Lestido. Yo creo que eso mismo quiso transmitir con esta imagen. Una fuerza de madre con el brazo posicionado como mostrando los músculos y delante de ella una hija que se crió bajo esa misma fuerza. Sobre el contexto histórico, podría pensar que Lestido se sintió inspirada en la lucha de madres y abuelas de Plaza de Mayo y quiso destacar en sus fotos la relación entre madres e hijas, un vínculo complejo donde se encuentran muchas emociones y conflictos de por medio, pero siempre un amor incondicional. 

La imagen elegida entra en la categoría de fotografía documental. Antes, Adriana Lestido se dedicaba al fotoperiodismo pero luego decidió abarcar la fotografía desde este otra rama. Es un retrato que significa la identidad en un ambiente real donde se nos presenta las circunstancias, actividades, entre otras características de las retratadas. 

En la fotografía elegida, se encuentra el blanco y negro que caracteriza todas las fotos de Lestido. Asimismo, muchas de sus imágenes presentan sin tapujos el cuerpo humano y su relación con otros. La simpleza de cada foto pero el instante perfecto. Lo familiar que se encuentra en sus trabajos. 

En la imagen, podemos observar a una madre e hija viajando en un transporte público que se encuentra vacío. Aún así, ellas están sentadas en sillas separadas. La madre dirige su mirada hacia el fuera de campo, mientras que la hija mira hacia la cámara, sentimos que nos mira. Su expresión facial no parece estar satisfecha, nos está contando que no está contenta en ese momento. Me parece relevante pensar cómo, a pesar de que la hija esté tan seria y distanciada de su madre, ella permanece en su espalda, como cuidándola. Más allá de lo visualmente perceptible, la fotografía connota el lazo entre dos personas que se conocen como a nadie y que sobrepasan las adversidades. Yo creo que, viendo esta imagen como una mujer argentina, puedo recibir con más emoción y contemplación lo que quiere transmitir esta foto. Dudo que gente de Europa, por ejemplo, comprenda el mismo significado que yo le doy a esta imagen, teniendo en cuenta nuestra historia como país y mujeres. Es una imagen superlativa porque abarca lo que no muchxs fotógrafxs muestran, se desnuda el vínculo familiar y la fuerza que implica ser mujer-madre y mujer-hija. Definitivamente, Adriana Lestido supo hacerme sentir identificada con esta imagen. 

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